martes, 23 de julio de 2013

Un poema de Joaquín Gálvez


 
 
 
Premonición del iniciado

 

Escritura, ahora que he desechado todos los dioses,
que ya no me queda un ápice
de teogonía ni cosmogonía,
me entrego en cuerpo y alma a tu culto.
Serás mi adorable tótem:
el halcón que vuela desde el innombrable abismo
de mi voz,
                   para anunciar la apertura del templo.

Entonces alguien reconocerá en tus ojos
                                                mis ojos,
cuando tu lengua sea definitivamente un árbol,
y en tus manos se abra una ruta hacia la gran pirámide,
y tus piernas sean el mapa por donde se recobre el camino,
y, al amanecer de unas metáforas,
alguien crea haber perdido por siempre la ceguera,
sin saber que, apenas, ha llegado a la leve culminación
                                                de mi rostro.
Entonces, sólo entonces, comenzarás a ser La obra.


 
Poema perteneciente al libro Trilogia del paria (Editorial Silueta, Miami, 2007)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

bueno, Joaquín, me gusta.

abrazos.

sindo

Joaquín Gálvez dijo...

Gracias, Sindo, por leerlo. Me alegro que te haya gustado. Un abrazo

Anónimo dijo...

dios bendiga a tu musa ....sigue escribiendo.
Muy lindo
CD