lunes, 30 de julio de 2012

Eventos especiales de música en La Otra Esquina de las Palabras



La tertulia La Otra Esquina de las Palabras incluirá próximamente, como parte de su programación, eventos especiales de música, los cuales contarán con la participación de destacados intérpretes e instrumentistas de nuestra comunidad miamense.

Dado el perfil cultural de esta tertulia, y de un público que cada vez más se suma a no acatar los dictámenes de la masificación cultural, regida por disqueras y productores musicales, varios músicos se han identificado con el concepto de este espacio, por lo que desearían presentarse y dar a conocer su obra en esta nueva modalidad de tertulia que representarán los eventos musicales.

Estos músicos profesionales, de reconocida calidad y prestigio, que dependen financieramente de su oficio, cobrarán a precios módicos sus presentaciones en La Otra Esquina de las Palabras, en el Café Demetrio, pues lo que más los motiva a participar es el tipo de público que asiste a sus eventos, así como el concepto de este proyecto.

El precio de las entradas será decisión del propio músico; pero de lo que sí podemos dar constancia es que será considerablemente más módico que el de los otros sitios en Miami donde se celebran eventos musicales.

Entre los músicos interesados en participar se encuentran el cantautor Mike Porcel, los violinistas Federico Brito y Alfredo Triff, el saxofonista Carlos Averhoff y el guitarrista Ahmed Barroso.

Estos eventos especiales de música se realizarán los sábados, en el Café Demetrio (300 Alhambra Circle, Coral Gables), a las 8:00 p.m. Bienvenidos todos a esta nueva etapa de La Otra Esquina de las Palabras.

Joaquín Gálvez, poeta y coordinador de La Otra Esquina de las Palabras

miércoles, 25 de julio de 2012

Este viernes, presentación del libro "Antes de que se me olvide", de Irene López Kuchilán, en La Otra Esquina de las Palabras


La Otra Esquina de las Palabras invita a la presentación del  libro "Antes de que se me olvide" (Aduana Vieja, Valencia, 2012), de la escritora y cineasta Irene López Kuchilán, con ilustraciones de Humberto Castro.

Las palabras de presentación estarán a cargo del poeta y ensayista Joaquín Badajoz.

Café Demetrio
300 Alhambra Circle, Coral Gables
305-448-4949

Viernes 27 de julio-7:00 p.m.

Irene López Kuchilán.
Debutando en el cine en "El extraño caso de Rachel K", protagonizó
novelas como "Horizontes", "Lengua de Pájaro" y "La Ninfa Constante".
Codirigió el serial  "El Hombre que vino con la lluvia", y dirigió los
cuentos "Para Esmé con Amor y Escualidez" y "Después de los Días".
Varios de los cortometrajes y videos que ha dirigido han sido
comprados por Channel Four, Canal Plus, y se han exhibido en el
National Film Board of Canada, el Chicago Latino Film Festival, el New
York Latino Film Festival, etc. Ha hecho crítica de cine para
publicaciones como Hora H en Sao Paulo y Museum en Buenos Aires. Ha
actuado en "The Defenders", "Witchblade", "Kojak", "Celeste in the
City", "Laughter on the 23rd floor", "Twice in a Lifetime" y 'The
Eleventh Hour".  Vive en Miami donde trabaja como editora. "Antes de
que se me olvide", de la editorial Aduana Vieja, es su primer libro de
poemas.

lunes, 23 de julio de 2012

Dos poemas de Irene López Kuchilán



LA PANTALLA INANIMADA


En el pálido desierto de Antonioni

un influyente ciudadano K,

entre tuercas bailando a la deriva

de tiempos más modernos,

robaba bicicletas

al grito de Koyaanisqatsi.

Y Mefisto jugaba para no llorar

por La Vida de los Otros.

Mi olfato no ha sido mutilado,

declaraba,

y daba igual,

pues el viento traslada mis secuencias

a la tela no oficial,

a la premiación del festival postrero,

incorporando al guión interactivo

ruidos, luces y colores,

que otra moviola,

desde muy lejos, teje.

Por eso ayer volviste.

No lo esperaba desde aquel viernes 28

en que Martí,

depositado en el olvido,

asomaba su abrumada frente.

Y conmemoramos nacimientos,

no partidas,

con un abrazo más,

remando la pesada agua entre los cuerpos

que no dejaba decir

GRACIAS.

Ayer,

en nuestro otoño post vida,

un verde brillante llenó

la pantalla inmaculada

de mis ojos cerrados.

Con sonido sumergido,

los latidos entre risas me mostraron

las claves inauditas,

las únicas posibles,

para la próxima cita,

al fin,

a la hora que yo llegue.


LA GRAN VÍA


Tortuosa senda,

ya se esfuma la neblina

y el deshielo te desborda,

me trasladas por parajes

y dormida reconozco

cada flor y cada fruto,

la sutil efervescencia

de murmullos elocuentes

que entreabren la compuerta,

la abertura hacia los orbes

donde el candor espera.

Ruta que ya he gozado,

no me dejarás parada más;

no hay que buscar lo que he vivido.

Estáncame donde tan bien se está,

nirvana extemporáneo,

que no hay rumbo, te digo;

el destino llegó hace mucho tiempo

y es ahora que lo he visto,

soplando el polvo de mis barrios,

contoneando el pavimento

de la larga calle Yonge,

por La Rampa hasta Las Ramblas,

parque Trillo enjabonado con color,

criatura salvaje,

como yo.


Poemas pertenecientes al libro "Antes de que se me olvide", de Irene López Kuchilán, el cual se presentará este viernes, 27 de julio, en la tertulia La Otra Esquina de las Palabras, en el Café Demetrio.


Para leer otros poemas de Irene López Kuchilán, acceda a Tumiamiblog

sábado, 21 de julio de 2012

Teresa María Rojas lee fragmentos de "La isla en peso" (vídeo)



Cortesía: Revista Conexos

jueves, 19 de julio de 2012

Tres décimas de Edel Riverón




Poeta, todas las cosas
tienen su voz y su aliento
y hablan con un movimiento
de palabras silenciosas.
Si oyera las mariposas
también serían tus amigas
y crecerían las espigas
hasta cuando el más ocioso
te aprendiera el laborioso
idioma de las hormigas.

II 

Por Cuba, la de Martí.
Por lo que en tu paso encierra,
bébete un trago de tierra
antes de salir de aquí.
El filo del bisturí
de tristeza no te corte
y que el corazón soporte
el despego de la piel
para que te sepa a miel
la tinta del pasaporte.

III

Muerte, vienes fríamente
con tu clásica punzada.
Muchas veces esperada,
otras veces de repente.
Vives poniendo en la frente
la cruz de tu gran misterio.
Mujer de abstracto hemisferio,
cuando en ti misma sucumbas
no llorarán más de tumbas
los ojos del cementerio.

José Prats Sariol en el homenaje a Virgilio Piñera en La Otra Esquina de las Palabras (vídeo III y IV)





Cortesía: Revista Conexos

miércoles, 18 de julio de 2012

martes, 17 de julio de 2012

Presentación del libro "Antes de que se me olvide", de Irene López Kuchilán, en La Otra Esquina de las Palabras


La Otra Esquina de las Palabras invita a la presentación del  libro "Antes de que se me olvide" (Aduana Vieja, Valencia, 2012), de la escritora y cineasta Irene López Kuchilán, con ilustraciones de Humberto Castro.

Las palabras de presentación estarán a cargo del poeta y ensayista Joaquín Badajoz.

Café Demetrio
300 Alhambra Circle, Coral Gables
305-448-4949

Viernes 27 de julio-7:00 p.m.

Irene López Kuchilán.
Debutando en el cine en "El extraño caso de Rachel K", protagonizó
novelas como "Horizontes", "Lengua de Pájaro" y "La Ninfa Constante".
Codirigió el serial  "El Hombre que vino con la lluvia", y dirigió los
cuentos "Para Esmé con Amor y Escualidez" y "Después de los Días".
Varios de los cortometrajes y videos que ha dirigido han sido
comprados por Channel Four, Canal Plus, y se han exhibido en el
National Film Board of Canada, el Chicago Latino Film Festival, el New
York Latino Film Festival, etc. Ha hecho crítica de cine para
publicaciones como Hora H en Sao Paulo y Museum en Buenos Aires. Ha
actuado en "The Defenders", "Witchblade", "Kojak", "Celeste in the
City", "Laughter on the 23rd floor", "Twice in a Lifetime" y 'The
Eleventh Hour".  Vive en Miami donde trabaja como editora. "Antes de
que se me olvide", de la editorial Aduana Vieja, es su primer libro de
poemas.

lunes, 16 de julio de 2012

Nuevo número de la Revista Conexos



Pinche en el enlace para acceder a esta nueva entrega de la Revista Conexos

jueves, 12 de julio de 2012

Un poema de Joaquín Gálvez



El poeta convoca una rueda de prensa para anunciar su retiro
Para Juan Cueto-Roig, escueto y majestuoso


Convoqué una rueda de prensa para anunciar mi retiro.

Yo, que tengo mi alma tatuada con todas las epopeyas de la luna,

dejaré de ser el portavoz, por antonomasia, de la noche.

El desamparo de una estrella provocó un feedback en el micrófono.

El salón estaba repleto de miradas, que delataban:

“la noche  solamente puede ser conquistada con versos”.

Una periodista sentada en primera fila, al entrecruzar sus piernas,

evocó un grabado erótico que yo siempre confundía con el firmamento.

De pronto, la luz entró, con su último rostro, por una persiana.

Y cuando ya  estaba a punto de anunciar mi retiro,

me percaté que a la luna todavía le faltaban los aretes*.

Y entonces escribí este poema, para anunciarles a todos que,

a partir de ahora, la luna poseerá eternamente sus aretes.


*Según una canción interpretada por Vicentico Valdés


miércoles, 11 de julio de 2012

Este jueves, conferencia de Waldo Balart en el Museo Frost de FIU



El jueves 12 de Julio, a las 6 p.m., el artista Waldo Balart, que reside en Madrid, pronunciará una conferencia titulada “Color in Art”, en el Museo Frost de la Universidad Internacional de la Florida, 10975 SW 17 ST. Miami, Fl. (305-348-2890). Entrada por la avenida 107 del suroeste.

lunes, 9 de julio de 2012

Este viernes, presentación del libro “Tercera persona”, del poeta Rolando Jorge


Tercera persona, la poesía reunida del escritor cubano Rolando Jorge, se presenta en el espacio Delio Photo Studio.

El libro, editado por Ana Sotelo en Ediciones Lulú, será presentado por el escritor y crítico José Prats Sariol.

Viernes, 13 de julio de 2012
8:00 pm
Delio Photo Studio
2399 Coral Way
Miami, 33145 FL


Rolando Jorge (San Antonio de los Baños, 1955), poeta y ensayista, ha obtenido menciones en los concursos de poesía David y Julián del Casal (1985) y en el Eugenio Florit (Miami 2002). Ha publicado, entre otros poemarios, Admoniciones (La Habana, 1990), El linchamiento de los caballos expósitos (Caracas, 1998), Toda la belleza del viaje (Miami, 2006) y La cantante se va de gira (Miami 2010). Desde 1999 reside en Estados Unidos.

domingo, 8 de julio de 2012

Un poema de Maya Islas



Reflexiones de verano en Miami


El templo está cerrado

terminó el conocimiento

y las llaves cayeron

murmurando la libertad.


Un ruido hizo su camino

y encontró el amanecer del iniciado.


No hubo otro calor que el conocido

mientras que una mirada se paseaba sorprendida

por el borde de las montañas.


Todo tiempo es paz

            todo lugar una extensión del corazón,

                                              todo aleteo un milagro,

                                                                        un hogar.


viernes, 6 de julio de 2012

Paul Eluard




                             Paul Eluard (1895-1952)


Libertad

Sobre mis cuadernos de colegial
Sobre el pupitre y los árboles
Sobre la arena sobre la nieve
Escribo tu nombre

Sobre todas las páginas leídas
Sobre todas las páginas en blanco
Piedra, sangre, papel o ceniza
Escribo tu nombre

Sobre las imágenes doradas
Sobre las armas de los belicosos
Sobre la corona de reyes
Escribo tu nombre

Sobre la selva y el desierto
Sobre los nidos sobre las retamas
Sobre el eco de mi infancia
Escribo tu nombre

Sobre las maravillas de las noches
Sobre el pan blanco de los días
Sobre las temporadas desposadas
Escribo tu nombre

Sobre todos mis trapos de azul
Sobre el estanque sol enmohecido
Sobre el lago luna viva
Escribo tu nombre

Sobre los campos sobre el horizonte
Sobre las alas de los pájaros
Y sobre el molino de las sombras
Escribo tu nombre

Sobre cada soplo de aurora
Sobre el mar en los barcos
Sobre la montaña lunática
Escribo tu nombre

Sobre la espuma de las nubes
Sobre los sudores de la tormenta
Sobre la lluvia gruesa e insípida
Escribo tu nombre

Sobre las formas que centellean
Sobre las campanas de los colores
Sobre la verdad física
Escribo tu nombre

Sobre las sendas despertadas
Sobre las carreteras desplegadas
Sobre los lugares que desbordan
Escribo tu nombre

Sobre la lámpara que se enciende
Sobre la lámpara que se apaga
Sobre mis casas reunidas
Escribo tu nombre

Sobre el fruto cortado en dos
Espejo y mi habitación
Sobre mi cama vacía
Escribo tu nombre

Sobre mi perro codicioso y tierno
Sobre sus orejas elaboradas
Sobre su pierna torpe
Escribo tu nombre

Sobre el trampolín de mi puerta
Sobre los objetos familiares
Sobre el mar del fuego bendito
Escribo tu nombre

Sobre toda carne concedida
Sobre la frente de mis amigos
Sobre cada mano que se tiende
Escribo tu nombre

Sobre el cristal de las sorpresas
Sobre los labios atentos
Bien sobre el silencio
Escribo tu nombre

Sobre mis refugios destruidos
Sobre mis faros aplastados
Sobre las paredes de mi problema
Escribo tu nombre

Sobre la ausencia sin deseos
Sobre la soledad desnuda
Sobre las marchas de la muerte
Escribo tu nombre

Sobre la salud vuelta de nuevo
Sobre el riesgo desaparecido
Sobre la esperanza sin recuerdos
Escribo tu nombre

Y por el poder de una palabra
Reinicio mi vida
Nací para conocerte
Para nombrarte
Libertad

Versión de Aldo Pellegrini

Paul Eluard, poeta francés nacido en Saint-Denis el 14 de diciembre de 1895.
A la edad de dieciséis años suspendió estudios para recibir tratamiento durante dieciocho meses en un sanatorio suizo. En 1920, después de participar en la I Guerra Mundial, inició una fulgurante carrera literaria uniéndose a Breton, Soupault y Aragon, con quienes impulsó el movimiento surrealista, convirtiéndose en uno de sus más importantes figuras.
En 1927, invitado por Salvador Dalí, viajó a Cadaqués junto a su esposa Helena Diakonova (Gala), quien luego lo abandonó para unirse al pintor.
Durante la ocupación alemana en Francia, alejado del surrealismo y militando ya en el comunismo, se convirtió en uno de los escritores más relevantes de la resistencia.
Entre sus obras más importantes merecen destacarse: "Capital del dolor" en 1926, "La Inmaculada Concepción", escrito con Breton en1930, "Poesía y verdad" en 1942, "Lección de moral" en 1950, y "Los senderos y los caminos de la poesía" en 1952.
Falleció en Charenton-le-Pont en noviembre de 1952.

lunes, 2 de julio de 2012

De la amistad entre Virgilio Piñera y José Lezama Lima

    Virgilio Piñera y José Lezama Lima, circa 1969. (JUSTA.COM.MX)


Por José Prats Sariol

Ahora mismo los dos se burlan, junto a Oppiano Licario, de las cotorritas intelectuales que aún aplauden a los hermanos Castro, que como se sabe quedarán en los diccionarios del siglo XXII como "dictadorcitos caribeños, de la época de Virgilio Piñera y José Lezama Lima". Ahora mismo oyen la última travesura estelar de Reinaldo Arenas. Lezama se tapa la boca para reír. Virgilio se quita los espantosos espejuelos de aros negros. Ríen. Ironizan. Desprecian…

Establecer este paralelo puede contribuir a que nuestros esfuerzos por darle sentido a los rumbos de la literatura en el mundo de hoy, que forma parte de nuestro individual afán de sentido, vea en las paradojas entre poéticas, no un enfrentamiento irreconciliable, sino un dialéctico juego enriquecedor. Válido también, por cierto, para los sentidos políticos de Cuba o de cualquier país donde los derechos humanos sean vistos como ovnis.

Apenas dos años le llevaba Lezama (1910) a su iconoclasta amigo Virgilio Piñera (1912). Apenas mediaron tres entre la muerte del entonces oficialmente proscrito Lezama (1976) y la del entonces también oficialmente proscrito Virgilio (1979). Al celebrar el centenario del dramaturgo, una comparación entre sus poéticas, desde los textos y con referencias a la turbulenta relación amor-odio entre ellos, puede contribuir a una historia de la literatura cubana que no sea "algodonosa", como llamara Virgilio a la escrita por Cintio Vitier sobre Emilio Ballagas. Ilustra, además, cuán tensa, compleja y, por qué no, divertida, puede ser la amistad entre dos vigorosos talentos artísticos.

Las primeras evidencias del paralelo se remontan a los años cuarenta del pasado siglo. Pero antes hay que esclarecer un fuerte equívoco, cometido por algunos críticos de "teclado ligero", como solía decir Lezama. El agón literario de entonces, en las revistas que preceden a Orígenes (1944), no era entre los que después sí se enfrentarían, es decir, entre los escritores entonces muy jóvenes para suscitar debates filosóficos de corte metafísico, polémicas sobre la agridulce "cubanidad" —ese limbo tan manoseado— y mucho menos esperanzas en una “revolución” salvadora del país, con "mesías" refulgente.

Es absurdo suponer que Cintio Vitier (1921), Eliseo Diego (1920) y Fina García Marruz (1923, "La Paloma de Hierro", hoy la única sobreviviente) y tal vez Gastón Baquero (1914, autor del inmortal epíteto a su amiga Fina), ya representaban la poética-política que un poco a la ligera se identifica como "teleología insular", con Lezama —punto debatible— de espolón de proa.

Cuando se funda la revista Espuela de Plata (1939-41) —Verbum (1937) fue un primer intento, poco definido— Cintio tenía dieciocho años, Eliseo diecinueve, Fina era una adolescente de dieciséis. Y Lezama era un apuesto joven de veintinueve, Gastón de veinticinco, Virgilio de veintisiete. Los otros dos fundadores de Espuela de Plata, el pintor Mariano Rodríguez y el crítico de arte Guy Pérez Cisneros, también gozaban de una habanera juventud por la calle del Obispo, mientras se burlaban de los políticos de turno…

El agón entonces, como es lógico, era con los poetas mayores en edad, pero casi coetáneos, sobre todo con aquellos distantes en su modo de ver la realidad cubana, la cultura humanística, las "vanguardias literarias"… Era con la revista de avance (1927-30), como muchos años después puede leerse en la polémica que sostuvieron Jorge Mañach y Lezama en la revista Bohemia, entre septiembre y octubre de 1949.

A la vez era la necesidad de establecerse, individualizarse respecto de aquellos poetas donde reconocían talento artístico, no simple popularidad radial o reconocimientos oficiales de "poeta nacional". Pensaban en Nicolás Guillén, Emilio Ballagas, Eugenio Florit, Mariano Brull… Aunque siempre los que después serían conocidos como origenistas mantuvieron una relación amistosa y hasta admirativa con las voces poéticas precedentes, sobre todo con Ballagas (1908) y Florit (1903). Y en este sentido obsérvese que Lezama solo era dos años más joven que el poeta de Elegía sin nombre y de Nocturno y elegía, poemas ya publicados en ese entonces; siete más joven que el autor de Doble acento. Añádanse dos años más a Virgilio, para verificar que la diferencia era mínima.

Como ciertos aligerados prefieren sobreponer sus opiniones a las evidencias, relativizar interesada o ignorantemente los hechos, recordemos que estos dos poetas de la promoción inmediata anterior publicaron en Orígenes. Sin embargo, nos falta un estudio de las relaciones entre Emilio Ballagas y Virgilio Piñera, entre sus poemas y poéticas. Además, el primero solo era cuatro años mayor, nada de pertenecer a otra generación biológica… Lo indubitable son las pruebas, por encima de chismes sexuales, chistes con erratas, chispas de sacristías y crisis espirituales. Lo indubitable son los ensayos que Virgilio le dedica, desde el que corresponde a aquellos años iniciales hasta el publicado en Ciclón: "Ballagas en persona" (septiembre, 1955).

Lucha literaria

Volviendo al hilo: a principios de los años 40, en plena Segunda Guerra Mundial y "democracia" en Cuba bajo una muy progresista Constitución, aún no se definían y mucho menos se oponían entre los futuros "origenistas" la tendencia de estirpe clásica, fundacional y católica, de un lado (Lezama, Cintio, Fina, Eliseo…), y la de corte existencialista, iconoclasta y escéptica, del otro lado (Virgilio, Pepe Rodríguez Feo…). Por supuesto que con muchísimos matices individuales, sin esquemas facilistas.

Recuérdese que de agón proviene agonía, que la lucha literaria por lograr una voz casi nunca ha sido fraternal, como ha estudiado Harold Bloom en los poetas románticos de habla inglesa (Poetry and Represion. Revisionism from Blake to Stevens, Yale University, 1976), sin que la crítica literaria de habla hispana haya tomado suficiente nota atenta de sus enseñanzas, atragantada con el multiculturalismo y el seboruco nacionalista.

Vale revisar las colaboraciones de Virgilio en las revistas que precedieron a Orígenes, explicar lo que ocurrió en torno y dentro de Poeta, citar una carta posterior de Lezama a Virgilio en Buenos Aires, además de confesar que, salvo especulaciones y cuentos, no sabemos si solo se interpusieron entre ellos cuestiones estéticas y literarias. Por suerte —me refiero a maledicencias— aún no eran Los años de Orígenes.

En Espuela de plata Virgilio participa como colaborador, comienza a darse a conocer en los nuevos medios culturales que irrumpen en La Habana. Supongo —y así lo corroboraron tantos intelectuales de la época— que su carácter desenfadado y provocador comenzaba también a despertar rechazos, junto a posibles homofobias discriminatorias, realzadas por su condición de pobre, equidistante en este aspecto de José Rodríguez Feo, cuya madre era dueña de un central azucarero, riqueza que le permitió el financiamiento de Orígenes, la ejemplar independencia de la revista respecto del Estado y de intereses comerciales.

En los seis números que salieron de Espuela de plata aparecen varios poemas y un importante ensayo de Virgilio, clave para la distinción de su poética: "Dos poetas, dos poemas, dos modos de poesía". Para cuando cesa la revista en 1941 y surgen las tres que preceden a Orígenes, Lezama es una voz única, no solo en el ámbito de la poesía cubana, sino en la del idioma. Muerte de Narciso y los poemas sucesivos de entonces, marcan una individualidad inconfundible. Algo que Virgilio percibe de inmediato, admira y teme. Algo de lo que él aún carecía. Y que le parece una etapa, no un timbre definitivo, desde su poética neovanguardista del rompimiento, de la transgresión de cualquier norma o conducta lexicalizada.

1942 es el año de la ruptura entre Lezama y Virgilio, que culmina en la simpática, desproporcionada y emblemática pelea en los jardines del Liceum, en El Vedado. Pero al revisar las tres revistas de ese año, se observa una curiosa mezcla. En Clavileño (1942-3, siete números, aunque dos son dobles) no aparece Lezama, pero sí el sacerdote Ángel Gaztelu ("Parábola de la palabra y los cuatro elementos"), con quien Lezama fundaría Nadie parecía, ese mismo año clave, 1942, de la cual sí estaba excluido Virgilio, sobre todo por sus ideas escépticas y agnósticas, lejanas del catolicismo que la revista tomaba de san Juan de la Cruz y sus versos místicos, los más intensos del idioma.

1942 marca la discordia. Y lo decisivo: marca entonces a Virgilio como uno de los grandes escritores cubanos de todos los tiempos. Es en 1942 cuando escribe Electra Garrigó, que se estrenaría seis años después, pero que señala el inicio del teatro moderno en Cuba, y que la crítica especializada considera un hito dentro del teatro de habla hispana del pasado siglo.

No es casual que también es el año en que Virgilio prepara La isla en peso —publicado en 1943—, donde logra sin equívocos la lejanía expresiva de Lezama y del resto de los poetas cubanos. Aunque he argumentado en otro estudio por qué considero ese poema el más representativo de la historia cultural cubana del pasado siglo, reitero aquí lo más significativo para el tema Lezama-Virgilio: el poeta de Cárdenas logra una sesgadura propia, de estirpe coloquialista, con el único antecedente entre nosotros en los poemas, entonces y hoy bastante ignorados, de José Zacarías Tallet. Aunque haya que considerar la influencia del García Lorca de Poeta en Nueva York, cuaderno póstumo salvado por José Bergamín y publicado en su exilio mexicano, en 1940.

Claro que donde puede leerse la "ruptura" como evidencia, sin necesidad de interpretaciones, es en los dos incendiarios editoriales de Poeta, la delgada revista que Virgilio paga, dirige y divulga. Las críticas a Lezama en "Terribilia meditans", como estudié hace décadas, marcan la escisión, cuyo colofón estuvo en la pelea física entre ellos, al parecer detenida enseguida, supongo que entre risas de los testigos, por el pintor Mariano Rodríguez, que gritó: "Ahí viene la policía".

¿Hubo algo más? Yo no me atrevo a añadir nada, porque caería en rumores rodados… Nunca ninguno de los dos me habló de otras causas. Virgilio no tenía por qué hacerlo, pues no estuve en su círculo íntimo de amistades, nunca tuve el privilegio de las tertulias en Villa Manuela, la casa al sur de La Habana del pintor Yoni Ibáñez, donde por cierto Virgilio ofreció una noche una conferencia sobre Paradiso, tras la muerte de su amigo, que lamentablemente no fue grabada.

Pero Lezama tampoco, ni siquiera cuando preparé en 1971 mi tesis de grado sobre Orígenes. Así que la causa esencial —no cierro la discusión— era de diferentes poéticas, de diferentes idearios filosóficos, de diferentes modos de entender la estética de las vanguardias, donde cada uno priorizó los rasgos que más se avenían a sus fuertes personalidades.

Lo curioso por la paradoja que entraña es que las críticas de Virgilio a Lezama, a los efectos de que repetía su estilística, también van a caracterizar los poemas suyos, de entonces a su muerte. Ni en los poemas de Lezama se pueden señalar etapas o períodos lejanos a su manierismo; ni en los de Virgilio es posible separar ninguno fuera de su inconfundible prosaísmo dialógico, irreverente y recreador de lugares comunes, tan cercano a los personajes de su teatro. Ni el arrogante Lezama ni el travieso antagonista, dejan sus contrapuestos estilos. Ninguno "evoluciona". Los dos pasan con sus impermeables sobre la historia, que sí, claro está, evoluciona y hasta se "revoluciona" o revuelve.

'Paradiso' y reconciliación

Veinticuatro años después, cuando en 1966 aparece Paradiso, es que se reanuda la amistad: Virgilio llama por teléfono a Lezama para felicitarlo por la genial novela, y su viejo amigo-enemigo lo invita a visitarlo en Trocadero 162. Sin embargo, en aquellos casi cinco lustros no dejaron de vigilarse, de estar atentos a lo que escriben, a las resonancias de sus obras. Ninguno podía prescindir del otro porque los dos se sabían talentosos, únicos.

El largo apartamiento estuvo marcado —como enuncié— entre otros sucesos por una poco conocida carta de Lezama a Virgilio, en ese entonces en Buenos Aires. Después por los editoriales de Ciclón y las críticas ácidas contra escritores admirados por Lezama, como José Ortega y Gasset; las diatribas a Lezama desde Lunes de Revolución, lanzadas por muy amigos de Virgilio; y alguno que otro roce mediante comentarios venenosos, que a los pocos días llegaban al otro... Según testimonios, cuando raramente coincidían en algún sitio, procuraban no verse, apartarse. Quizás algún sobreviviente pueda contradecir lo inmediato anterior. Ojalá. Yo no, por lo menos antes de 1966, en mi adolescencia.

De los enunciados anteriores quizás un párrafo de la carta sintetice la crispación. Le escribe Lezama a su temido contendiente, en agosto de 1946, para pedirle una colaboración "pigmentada" sobre las letras en Argentina, donde Virgilio vivía. Y le dice: "A su agitado temperamento basta que se le indique un tema, para que de inmediato lo deseche".

Ahí está sintetizada la clave: Virgilio como primera reacción tiene siempre el rechazo, la reticencia, la rebeldía. Siempre fue así. Lejano de la actitud contemporizadora de Lezama. Por ser así, bajo la discriminación de su homosexualidad afeminada y de su pobreza económica, fue más libre que Lezama, sobre todo frente al Poder "revolucionario" que —dueño de todos los empleos y Cuba carente de una sociedad civil— los apabulló a ambos. Al punto de que los dos desearon abandonar el país, como podemos testimoniar varios de sus amigos: Lezama a París y luego a reencontrarse con su hermana Eloísa. Virgilio a Buenos Aires, "de donde nunca debí regresar" —como me dijo en la cola para un aguado café en Infanta y San Lázaro, cerca de su apartamento de 27 y N en El Vedado, pocos meses antes de morir.

En esa misma carta Lezama le confiesa a su amigo-enemigo, al que tiene tan presente: "Cada día se hace más difícil conseguir colaboraciones entre nosotros. La creación es lenta y discontinua, en la gente que entre nosotros hace algo. Un poemita o un ensayo con dimensiones de carta, hay que buscarlo como el oro con cobre de nuestros ríos. Mi pescuezo de vasco persevera, pero los huesos sudan rocío frío. La obstinación contra el muro puesto de moda por los existencialistas, es ya de todos y se quiere jugar un poco al muro y dejar que se resientan contra él" (En Cartas a Eloísa y otra correspondencia, Verbum, Madrid, 1998, pp. 309-310).

Los dos escritores perseverantes —de vocación y voluntad ejemplares— pronto experimentaran latigazos más fuertes que la desidia o las envidias de la fauna cultural de entonces, siempre intemporal y de cualquier ciudad. Obsérvese, además, el guiño al existencialismo que le regala Lezama a Virgilio, cuya filiación conocía muy bien y de la cual participaba, en cierta forma, pero desde la corriente católica: Jacques Maritain, entre otros… Opuesta a Camus, y sobre todo a Sartre, el gran centro filosófico del hermano de Virgilio, el relevante profesor de filosofía Humberto Piñera Llera.

Después de esa carta la oposición entre ellos prosiguió y se acentuó cuando la escisión que da nacimiento a la revista Ciclón, en 1955. Sus editoriales —como es fácil verificar en el estilo de ellos— están escritos por Virgilio, aunque firmados por su amigo Rodríguez Feo. El ataque al Orígenes de Lezama es de frente y duro. Aquí sí —y hasta el final de su vida— contra los idearios del grupo católico y "martiano", sobre todo contra Cintio Vitier.

Reitero que la oposición de poéticas y de actitudes existenciales se define en esa fecha, no en los años 40, como algunos han pretendido ubicar; aunque tenga en Poeta (1942) su antecedente. La beligerancia de Virgilio contra los poetas-católicos se hace diáfana a finales de los años 50, mientras prosigue su enfrentamiento a las edulcoraciones de la historia de Cuba, de José Martí y de sus intelectuales y políticos, de corruptos e hipócritas asentados en un supuesto ámbito familiar "armónico", como puede disfrutarse en Aire frío.

Porque la reconciliación fue Paradiso y solo con Lezama. Nada que ver con Cintio Vitier, Fina García Marruz y Eliseo Diego. Tampoco —pero en otro sentido— con Gastón Baquero, ya en el exilio madrileño… Lo triste y patético es que los dos fueron víctimas del Poder, aunque Lezama con mucha mayor ingenuidad política, casi cándida ante el autoritarismo represivo, con más miedo que Virgilio a las sanciones.

Para la idiosincrasia de Virgilio Piñera Paradiso representó una cima cubana, solo comparable a las alcanzadas por él mismo. Representó, además, la verificación de que no se había equivocado en sus críticas de los años 40 a su amigo.

Al leer la novela completa por primera vez, tras los capítulos que habían aparecido, pudo gozar de las transgresiones lezamianas al canon narrativo, pero a la vez de las fuertes transgresiones lezamianas a la moral de tapadillo, a homofóbicos e hipócritas. Y no solo en el capítulo VIII, que provocó la recogida de la edición de las librerías hasta que de nuevo el Partido estalinista autorizara que prosiguiese la venta. Aquella lectura en la edición príncipe, le borró los sinsabores acumulados durante décadas. Lo hizo llamarlo, felicitarlo, decirle que lo admiraba por Cemí y Fronesis, por Foción… Por el carácter de novela iniciática que no ocultaba nada, que lejos de velar exhibía.

En los siguientes diez años la amistad se consolida y engrandece. Los une la mutua admiración. Los une también el ostracismo que sufren por parte de un gobierno que en 1959 y en los primeros años de "revolución" admiraron, pensaron como el inicio de una Cuba mejor. Ambos chotean los disparates egocéntricos de Fidel Castro, la mediocridad de su hermano, los funcionarios de la "cultura" anegados en los pantanos del "realismo socialista" y el aldeanismo. Los chistes llueven. Aún recuerdo una noche de 1974 donde los dos susurraron burlas sobre el "Comandante", a quien consideraban un muy peligroso delirante, rodeado de vividores y lacayos, en la más encumbrada tradición latinoamericana de caudillos.

Como apunté al inicio, Lezama murió casi tres años antes que el "endemoniado" escéptico y procaz que fuera, en 1966, el primero en darse cuenta de la grandeza de Paradiso, según atestigua su decisión de reiniciar la amistad, la admirativa llamada telefónica, el irónico poema "El telegrama" (marzo de 1969), manuscrito en el álbum de amigos de Lezama…

En aquellos días posteriores al 9 de agosto de 1976, Virgilio le escribió a Lezama un poema, que tituló "El hechizado". Dice:

Por un plazo que no pude señalar

me llevas la ventaja de tu muerte:

lo mismo que en la vida, fue tu suerte

llegar primero. Yo, en segundo lugar.

Estaba escrito. ¿Dónde? En esa mar

encrespada y terrible que es la vida.

A ti primero te cerró la herida:

mortal combate del ser y del estar.

Es tu inmortalidad haber matado

a ese que te hacía respirar

para que el otro respire eternamente.

Lo hiciste con el arma Paradiso.

—Golpe maestro, jaque mate al hado—.

Ahora respira en paz. Viva tu hechizo.

En la isla sobre cuyo peso ahora mismo conversan sobre sus vidas encrespadas, Lezama y Virgilio no han interrumpido nunca su labor formadora. Lezama prosigue su Curso Délfico con los que "están en la obligación de escucharme". Virgilio con los pinos nuevos que siguen las estelas de Abilio Estévez... El hechizo que sus obras exhalan mantiene en jaque a la mediocridad y al Poder. Los dos discuten fraternalmente desde el respeto a la diferencia. Juntos escriben ese raro hechizo: orgullo que ironiza y convoca.






Este texto fue leído en el homenaje a Virgilio Piñera celebrado el 15 de junio de 2012 en La Otra Esquina de las Palabras, Miami.